Salimos de la Ciudad de México, domingo común y corriente bien abrigados porque sabemos que en esa parte del estado siempre refresca. Nos dirigíamos hacia el estado de Hidalgo, con una hermosa mañana llegamos a nuestro primer destino el pueblo mágico de "Real del Monte" Pasamos lista de calles empedradas; edificios azules, rosas y naranjas; techos rojos a dos aguas y una pequeña iglesia.
Después de escuchar una banda de música callejera, subimos al auto con dirección a los Prismas Basálticos.
Los Prismas Balsáticos son una formación rocosa sobre la que cae un pequeño salto.
Continuamos unos metros más y de pronto nos sorprendieron unas columnas de basalto de hasta 40 metros; cuadradas, pentagonales y hexagonales; verticales y horizontales; extrañísimas. Son, en efecto, prismas petrificados, alargados y bañados por los muchos ríos de la zona que convergen en la Presa San Antonio y que resbalan sobre estas columnas como cascadas.
Atravesamos por un puente colgante la Barranca Alcholoya con los prismas a nuestros pies (también se puede atravesar en tirolesa), y recorrimos los andadores altos que van bordeando el sitio de esquina a esquina. Fotografiamos cada detalle de esta rara geometría natural y exploramos de arriba a abajo, descendiendo por el andador al nivel del río. El paisaje es imponente y hermoso, y se complementa muy bien con unas pescadillas de trucha.
En conclusión pase un increíble domingo, deleitándome con la belleza de nuestros paisajes mexicanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario